Empresas en crisis: ¿refinanciación o concurso?
¿Qué es mejor para la empresa? ¿Refinanciación o Concurso de Acreedores?
La prolongación de la moratoria concursal hasta el próximo 30 de junio de 2022 ha supuesto el aplazamiento pero no la resolución de muchos problemas. Con el fin de la moratoria concursal, muchas empresas se verán en la tesitura de tener que entrar en concurso de acreedores. ¿Es esto el fin del mundo? Desde el punto de vista de muchos abogados concursales en Asturias y el resto de España, no. No tiene por qué serlo. Aunque la realidad será la encargada de poner a cada uno en su sitio, llegado el momento. Así y todo, las dudas entre refinanciación o concurso se abren muy a menudo ante el empresario.
¿Es el concurso de acreedores un fracaso del empresario?
Ahora bien, en el inconsciente colectivo y en la conciencia de muchos empresarios la palabra concurso incorpora un matiz negativo. Entrar en una situación de concurso de acreedores se identifica con cierta incapacidad, incluso con el fracaso. Pero no tiene por qué serlo necesariamente. En muchos otros países, el procedimiento concursal es considerado un recurso más. Un medio para solucionar problemas y reestructurar las deudas de empresa para asegurar su continuidad. En fin, una manera de protegerse en tiempos de crisis económica.
Así y todo, es fácil percibir esa renuencia al concurso en el entorno empresarial como abogados especialistas en concursos de acreedores en Asturias y expertos en refinanciación y restructuración económica.
Problemas de no solicitar un concurso a tiempo
Pero aferrarse a soluciones poco realistas puede precipitar precisamente lo que se trata de evitar. Y así, empresas que van más allá de lo razonable y se resisten a solicitar el concurso a ultranza, lo acaban teniendo que hacer en una situación aún más comprometida. En Antonia Magdaleno, Abogados y Economistas con nuestra implantación en Asturias, Madrid, Valencia y Sevilla, hemos asistido a muchas situaciones similares. Solo mediante un asesoramiento jurídico de empresas comprometido con la realidad y responsable con los fines del empresario, se pueden superar ese tipo de dificultades.
¿Es mejor una refinanciación económica o el concurso de acreedores?
Así las cosas, ante la pregunta de ¿qué es mejor una refinanciación o el concurso de acreedores? no parece haber una respuesta unívoca. En el mundo de las PYMES ambas alternativas pueden afectar directamente a los empresarios. Y nos referimos al plano económico de su patrimonio personal, no al ámbito de la responsabilidad penal de los administradores. Algo, esto último, que gravita sobre todos los empresarios como amenaza latente, con arreglo al Derecho Penal de la Empresa vigente tras las reformas del Código Penal en los últimos años.
Los acuerdos de refinanciación con los acreedores bancarios pueden ser vistos como una buena medida para evitar el concurso, pero no siempre es así. Los aplazamientos pueden acabar implicando una sobrecarga que genere futuras tensiones financieras. Y además de las comisiones e intereses que conlleven, pueden ir acompañados de la exigencia de prestación de garantías hipotecarias que vendrán a lastrar los activos de las empresas de cara al futuro. O incluso de garantías de carácter personal.
Los acuerdos de refinanciación con garantías personales
¿Es aconsejable prestar garantías personales para lograr un acuerdo de refinanciación? Depende… Si no queda otro remedio, estas soluciones puede valorarse como una escapatoria a la desaparición de la empresa. En cualquier caso, si se prestan garantías personales como fianzas o avales por parte del empresario o sus familiares, es su patrimonio y no el de la empresa el que puede verse comprometido. Y además, las posibilidades de recuperarlos, si finalmente se acaba llegando al concurso de acreedores, son más bien remotas.
Ante esas exigencias, rechazar el acuerdo de refinanciación, puede percibirse como el menor de los males. Dependerá de cada empresario y su situación. Sea como sea, las consecuencias serán otras.
La falta de financiación puede acelerar el concurso. Pero el patrimonio personal del empresario y sus familiares no se verá afectado, en ese caso. Aunque el empresario podrá realizar aportaciones o garantías directamente a la empresa para aliviar la situación de esta, antes del concurso. Esto habrá generado una serie de deudas que, cuando se declare el concurso serán consideradas como crédito contra la masa. Y, por tener el mayor rango posible entre las deudas, a satisfacer por la empresa declarada en concurso, tendrán muchas más posibilidades de ser cobradas. Así el empresario podrá verse resarcido de esas aportaciones de su patrimonio personal realizadas en favor de la empresa en un momento de dificultad económica de la misma.
Ante cualquier situación de insolvencia o de dificultades económicas, acudir al mejor asesoramiento puede resultar crucial. El Despacho de Antonia Magdaleno, con un sólido prestigio como abogados concursales en Asturias, Madrid, Sevilla y Valencia, ofrece las mejores garantías de éxito. Contacte hoy o plantéenos sin compromiso su primera consulta gratuita